Otra vez te acercas a mí mintiéndole al corazón. Ya una vez me dejaste morir como si no sintiera yo. Pero a tiempo descubrí que pensabas sólo en ti. Mi pecado fue tenerte y a ciegas siempre quererte.
domingo, 5 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario